Sobre cortarse el pelo
La situación ha sido distinta para las mujeres. El corte
de pelo también fue una medida de control. A las sospechosas de brujería se les
cortaba el pelo para confirmar que, efectivamente, eran brujas. En siglos
anteriores, las mujeres que llevaban el pelo corto evidenciaban su pobreza.
Incluso algunas se veían en la necesidad de vender su melena para poder comprar alimentos. Recordemos a Fantine y Jo March; ambas tuvieron que
deshacerse de su bien más preciado para obtener dinero. Pienso en todo esto mientras
veo cómo caen los mechones de pelo en el suelo. Observo cómo se desploman al
ritmo de los tijeretazos, como pequeñas hojas secas que caen de un árbol.
Llevo años
visitando la “Estética Chucho”. Chucho hijo, es una de las pocas personas que
trata mi pelo con cariño. Curiosamente, él ha perdido el suyo. Chucho es de
esas personas que, como se dice vulgarmente, "tiene buena mano". Regreso a él
cuando mi cabello no tiene más remedio. He de aceptar que mi pelo ha padecido
los estragos de los tintes y de la mala alimentación. Asisto a la estética como
último recurso, como si las manos de Chucho me devolvieran la esperanza.
La estética Chucho tiene una decoración mística. En el
fondo, se puede ver una foto de Chucho padre; lleva unos lentes de los años ochenta y se
parece a un personaje de Caracortada. Cerca de la entrada hay una imagen de San
Miguel Arcángel y un vaso de agua. Los espejos tienen marco de latón. Los precios
están escritos en una hoja de color: mujeres $60, hombres $40. Las paredes están decoradas con afiches de los años noventa. Abuelos, hijos y nietos esperan su
turno para un corte de pelo.
Mientras tanto, pronuncio muchos conjuros y también espero mi turno. Hay ocho personas delante de mí. Tengo sesenta pesos y la esperanza de un nuevo comienzo.
Un post hermoso. Gracias por compartir el relato.
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