"Olvídate del cuarto propio"

 


1. Leo Una habitación propia. Regreso a algunos pasajes, notas y páginas subrayadas. Sigo sin comprender muchas cosas. Reafirmo mi ignorancia.
2. Miro en Instagram esas imágenes romantizadas de las habitaciones propias. Esas con un escritorio bonito, una MacBook, una planta colgante con macetero de macramé, un cactus, una lámpara vintage, artesanías para decorar, una serie de fotos polaroid, mandalas gigantes, una postal de Cuba, una persiana, una foto de Buda, un sombrero en la pared, un globo terráqueo, un estante de libros, un ojo de dios, un atrapasueños, un piano. Esas habitaciones me recuerdan a la serie “Soy tu fan”, incluso me dan la sensación de que pertenecen al mismo condominio.
3. Regreso a Gloria Anzaldúa y a esa carta a las escritoras tercermundistas. Pienso imposibilidad de tener una habitación o algo propio. Recuerdo que también existen en otras limitaciones. Pienso en otras formas de marginación.
4. Quizás no entiendo nada.
5. “No dejes que la tinta se coagule en el bolígrafo. No dejes que el censor apague la chispa, ni que las mordazas te callen la voz. Pon tu mierda en el papel”. G. Anzaldúa




Foto: www.poetryfoundation.org


Comentarios

  1. Es verdad que aquí puede ser muy, muy difícil llegar a tener "una habitación propia", con todo lo que eso implica según lo pensó y vivió Virginia Woolf. Pero pienso que la habitación propia esencial, la que está fuera del tiempo, los lugares y las olas, comienza en el las páginas de nuestro cuaderno, en nosotros tecleando en el procesador de texto. ¡Un abrazo!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares